jueves, 1 de abril de 2010

Yo, también


Este año se estrenará en nuestro país la película española “Yo, también”. Es la historia de Daniel, un joven con síndrome de Down, primer europeo de esa condición en obtener un título universitario, que comienza su vida laboral en una oficina pública.

Allí conoce a Laura, una bella compañera de trabajo. Ambos inician una relación de amistad que pronto llama la atención de su entono familiar y laboral. Esta relación se convierte en un problema para Laura cuando Daniel se enamora de ella, pero esta mujer solitaria, que rechaza todas las normas de la sociedad encontrará en él la amistad y el amor que nunca recibió a lo largo de su vida.

Daniel quiere ser normal para amar y para ser amado. Pablo Pineda, quien
representa a Daniel en la película, dice que, si bien no es autobiográfica, en definitiva, el personaje no es demasiado ajeno a su propia existencia.

“Me di cuenta de que el tema de las chicas era muy difícil..., una dificultad añadida. Supe que el síndrome de Down iba a marcar mi vida, que las chicas no querían enamorarse de mí porque era síndrome de Down. Y todavía me sigo rebelando contra ese pensamiento.”

Aunque su capacidad intelectual está fuera de toda duda, su aspecto físico sigue condicionando su relación con el mundo. Por eso Pablo quiere conseguir que la sociedad trate a los afectados por el Síndrome de Down como personas normales y no como retrasados.

Después de obtener una diplomatura en Magisterio de Educación Especial en la universidad, Pablo Pineda está por terminar la licenciatura en psicopedagogía. Trabaja en un proyecto de la Unión Europea para fomentar el empleo con apoyo, y para lo cual hay que hacer una labor sensibilizadora muy importante. Está muy acostumbrado al contacto con los medios de comunicación, ya que ha sido entrevistado en innumerables medios y en la actualidad se dedica a dar conferencias sobre discapacidad. Escribió un prólogo en el libro “La vida con síndrome de Down”. Se expresa con un lenguaje culto, impecable.

Ha recibidos entre otros premios la Medalla de Oro de la Provincia de Málaga, la Medalla de Oro de Andalucía, el Jaume Pastor a la persona más destacada de la ciudad de Calpe y el Premio Andalucía Joven en Universidad de la Junta de Andalucía “por su perseverancia a la hora de superar su discapacidad”.

“Siempre he pensado en positivo y en que lo podía hacer; siempre he confiado en mí y en mis posibilidades. Me dijeron que podía hacerlo, y lo he hecho. No obstante, reconozco que ha habido algunos momentos en los que he desfallecido; pero creo que supe sobreponerme. Uno de los momentos más difíciles que he vivido fue en segundo de Bachillerato, cuando los niños del instituto no me hablaban, ni me miraban siquiera… En ese momento te planteas muchas cosas y sólo tienes ganas de tirar la toalla, pero para superar esa soledad me refugié en mi familia y en la gente que me quiere en general, para no dejarme arrastrar por la inercia y ponerme al mismo nivel que ellos.



Ser Down, como sucede con otras cosas, lo coloca a uno en una categoría que pesa mucho más que las potencialidades que se tengan, los talentos que pueda tener. "Es duro, más que nada porque siempre tienes que estar demostrando que puedes."

Querer es el primer paso para poder. Tener voluntad y perseverancia permite que las cosas ocurran.

"Pero cuando dicen que yo soy la excepción –sobre el Síndrome de Down- la sociedad ya está discriminando, porque presuponen que los demás no pueden. Pienso que yo sólo soy la voz de un colectivo que quiere, y está demostrando a la sociedad que puede."

Yo, también es un filme con el que Pablo y Lola confían que "la gente que lo vea se dé cuenta de que las personas con Down son algo más que unos genes y unos cromosomas, ya que tienen sentimientos y deseos". "Ojalá nos vean ahora con otros ojos", concluye Pablo.

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